lunes, 30 de junio de 2008

Ecocidio permanente 2

Pan y circo. Toros y fútbol. Trabajo basura, cada vez más horas atados a la pata del ordenador. Ocio basura, cada vez más horas atados a la pata del televisor. Comida basura para los esclavos de la industria agroalimentaria. Relaciones basura en un mundo donde nadie se cuida a sí mismo ni cuida al otro. En el mundo de las prisas no hay lugar para el amor. El guión está escrito: el gran circo mediático de los grandes campeonatos es uno de los negocios más rentables para el sistema. El individuo, en un momento de crisis y contacto con la dura realidad, después de estallar la burbuja inmobiliaria (con las manos quemadas tras estar a punto de tocar la luna, mientras otros saquearon las arcas públicas y vendieron los servicios públicos, como escribió Millás) necesita identificarse con algo… y más si ése algo está trayendo la idea de éxito a sus vidas a un precio módico. En el intermedio, emitimos una reedición de Operación Triunfo o los últimos chismorreos de la prensa rosa… ¿y cuánto vale tu alma en el mercado de futuros?

La celebración de la victoria española en la Eurocopa se hace entre coches… desde días antes de la final, son muchos los que salen con el coche a pasear con banderas españolas y tocando el claxon. Una orgía colectiva difícil de digerir, imposible de entender desde el lado racional de la vida, a dos días del partido… Y cuando el árbitro pita el final de la final, multitudes salen a la calle por todo el país. Una buena parte lo hace en coche para recorrer las calles de Madrid, generando atascos insólitos a las diez y media de la noche de un domingo. La sociedad del derroche no escatima en medios… Al mismo tiempo, Madrid acoge el XIX Congreso Internacional del Petróleo (sin que los medios aludan en ningún momento al tema), que pasa perfectamente desapercibido para quienes pagan casi un euro y medio por cada litro de combustible, dejando en la urna su voto diario a favor de la destrucción del planeta, avivando el calentamiento global, legitimando las guerras por el control de los recursos... Demagogia barata antipatriota. Paradojas andantes de este milenio de la estupidez.

jueves, 26 de junio de 2008

El ecocidio permanente

Patxi Ibarrondo nos dijo que él había querido escribir el Quijote. Un libro que después de cuatro siglos sigue dándonos lecciones diarias. “Porque Quijote y Sancho, al final, son la misma persona”. El utópico y el conservador. El deseo y el conformismo. Pasión y resignación. El soñador y el realista. Y en el interior de cada una de nosotras viven los dos. Pero en este mundo ya no hay locos… O quizá todos lo somos, en el cotidiano ejercicio de inconsciencia colectiva, en las formas de vida que aceptamos y hacemos nuestras, todos somos Sancho y Panza.

Porque todo está conectado, y el mundo en su forma humana tiene brazos (África), piernas (sureste asiático), espalda (América Latina), mente (una pequeña parte de Norteámérica y otra minúscula de Europa Occidental), ombligo (ídem...), estómago que se lo zampa todo (ibídem). El verano da la bienvenida a Madrid con un “ozonazo” (la primera subida tóxica por encima del umbral de riesgo de nuestro aire y nuestra salud). Pueblos indígenas son expulsados de sus tierras milenarias en las últimas reservas americanas… lugares donde se vivía con respeto al medio en el que los seres humanos se instalaban, pasan a ser minas que esquilmar al precio que sea. América Latina, una región que produce un 30% más de los alimentos que darían de comer a su población, suma ya 53 millones de pobres. El planeta, secuestrado por un grupo de 500 multinacionales que controlan el 80% del comercio mundial, es arrasado sin descanso en pos de un beneficio privado y ante la inconsciencia general. Ayer salió en la radio que las sardinas que nos venden no son sardinas ni están en aceite de oliva (aunque lo ponga en la lata). Antes engañaron con la perca del Nilo e infinitos ingenios para vender basura en lugar de comida. Los zumos nunca son zumos. La leche no es leche. El pan no es pan. Lo transgénico se llega a vender como biológico. La fruta y la verdura están llenas de pesticidas, la carne está llena de antibióticos y el pescado de plomo. El planeta explota. "No nos queda otra" repite la radio como un vocero interno, en boca de un precario que vive con una precaria y juntos soportan veinticinco horas diarias por la carga de una hipoteca. "Ojalá nos dure muchos años", decía al final. La alegría del esclavo.

En Riff-Raff, de Ken Loach, un hombre decía que no podía con esa idea de que, por el mero hecho de que un niño encienda un grifo para beber agua, o que un anciano encienda la calefacción para protegerse del frío, otra persona se esté enriqueciendo. Eran los tiempos de la Thatcher, que hoy nos quedan tan lejos y tan cerca.

Los beneficios de empresas como Endesa, que después hacen gala de ecologismo, son costeados por la sangre mapuche de los desplazados, los invisibilizados del racismo invisible. Vuelve el pánico europeo a que este verano no haya suficiente energía para mantener encendidos los millones de aparatos de aire acondicionado, que consumen una cantidad de energía descomunal y liberan a la atmósfera un aire industrial y sucio. Acostumbrados a ver la realidad por televisión, el cambio climático también nos queda lejos, como las imágenes de los degollados en Argelia -cuna del gas europeo-, la violencia en Sierra Leona por apoderarse de los recursos, los abusos en China o los ojos que se apagan en los desiertos del hambre esclava…

Para alimentar a los coches se hace todo lo posible y lo imposible para que no falte combustible. Para alimentar a las personas de un planeta en el que un tercio de la Humanidad se muere de hambre, no se hace nada. Para mantener la demanda de teléfonos móviles, las guerras por los minerales para las baterías, como el coltán, devastan lo poco que queda por devastar de África y las urbes del primer mundo se llenan de cánceres por las radiaciones de sus antenas. Aquí al lado, la costa cedió paso al ladrillo listo, los Monegros cedieron paso a Las Vegas, las islas verdes hoy son negras sombras… y para llevar a un juzgado un atentado contra la naturaleza, Ecologistas en Acción debe poner 500.000 euros en el juzgado. “Todos los animales son iguales, pero algunos son más iguales que otros”, rezaba la tablilla en la granja. “Cuatro patas bueno, dos pies malo”. Y el mundo que se declara no racista ridiculiza a los gobiernos latinoamericanos, como el de Ecuador, cuando incluyen en su Constitución a la Naturaleza como sujeto de derechos.

Y me acuerdo de una bella canción de los Habeas, que nos habla también de que todos somos uno, en las reservas de Itoiz, Hebrón, el Amazonas…:


“Defender la casa del padre. O al menos esa parecía ser la consigna para los fedayines cuando interrumpieron de la forma más precisa los cables que evidencian el despotismo de la modernidad. Supimos entonces de la existencia de enfrentamientos entre el Ejército Israelí y los Solidarios en la Explanada de las Mezquitas, contra la construcción del túnel diseñado en el Plan Hidrológico Nacional. No tardaría en desaparecer la confusión de aquellos primeros instantes, después de saber que la guerra árabe-israelí comenzaba en el antiguo barrio judío de Tudela. Y como si de aplicar políticas de tierra quemada se tratase, no sorprende a nadie el observar cómo también en la ciudad de Hebrón se combate la biodiversidad. La misma conclusión sacaron las ocho vacas locas cuando la práctica les hizo ver que era el equilibrio sobre el alambre al menos tan fraudulento como lo son los acuerdos de paz. Esquivos a la nocividad que se deduce tras conjugar Valor de Uso, Valor de Cambio, Valor Ecológico. Y como si de resolver una ecuación se tratase, despejar la incógnita de si será por el Canal de Suez por donde fluyan los beneficios que sin duda rebasen los 400 millones de hectolitros. Una capacidad para la que no hay presa que sostenga tal demagogia en boca de quienes se empeñan en que los campos de refugiados levantados en los desiertos del Golán y Sinaí se prolonguen mucho más allá del Alto y Bajo Deba. “Nire Aitaren etxea defendituko dut... Baina nire aitaren etxeak iraunen du zutik”. Ecocidio al norte del Paralelo 36. La Agenda Oculta del Medio Ambiente busca y destruye en la Franja de Itoiz. Ecocidio al norte del Paralelo 36. La Agenda Oculta del Medio Ambiente busca y destruye en la Franja de Itoiz. Itoiz-Lemoiz, Ecocidio. Itoiz-Lemoiz, Ecocidio”.

viernes, 13 de junio de 2008

la vida entre dos raíles

Renfe convocó un concurso para hablar de "el tránsito, el viaje" en 99 palabras. Y se me ocurrió escribir algo. Hoy, que a primera hora de la mañana subí en tren hasta el cielo de los blogs, me apetecía compartirlo:


Cuando los ojos de la ciudad son dos rieles de acero paralelos

7:35AM ticket andén letrero traviesas frío sombra colilla triste mirada mochila perfume durmientes párpados jeans destino sueño anciano nostalgia baldosa guiño nana faro horizonte reloj bostezo caminante caricia libro lluvia juegos aire beethoven agujas secreto ternura paraguas diario soledad deseo mendigo carrera chirriar pipipipipipi chirriar carrera mendigo deseo soledad diario paraguas ternura secreto agujas beethoven aire juegos lluvia libro caricia caminante bostezo reloj horizonte faro nana guiño baldosa nostalgia anciano sueño destino jeans párpados durmientes perfume mochila mirada triste colilla sombra frío traviesas letrero andén ticket 7:35AM

viernes, 6 de junio de 2008

Los pasos de la poesía andante por la memoria del fuego

Un viejo sueño hecho realidad: entrevistar a Eduardo Galeano. Sale el jueves 12 en el próximo número de Diagonal:

Dice estar contento de este viaje que le ha hecho recorrer la península llenando teatros y recintos (en Santiago contaron 1.500 personas en el Auditorio y ha sido una de las firmas más deseadas en las ferias del libro en Madrid, Barcelona o Sevilla). Él está convencido de que “este mundo lleva otro mundo posible en la barriga”, y como si de una metáfora de su metáfora se tratara, quienes le han dado su cariño en este camino eran, en su inmensa mayoría, jóvenes. Gran conversador, muy cercano cuando habla, mira profundamente con sus ojos azules pintados de horizontes y piensa cada palabra como si estuviera modelando figuras de barro.

El niño rebelde
Galeano se crió en un ambiente de profundas convicciones católicas, pero “no me fue bien con la santidad”, afirma. Siempre tenía una pregunta contestataria en el aula, y desde muy chiquito supo que estaba “destinado a ser expulsado de la clase”. Esas preguntas no han dejado nunca de acompañarle. Su educación universitaria transcurrió en los cafés de Montevideo. Comenzó a trabajar muy temprano y a militar en organizaciones políticas, lo que le llevó a estar preso, primero en Uruguay y después en Argentina, antes de su exilio a Barcelona a finales de los ‘70. Y es en Barcelona donde decidió llevar a cabo el lanzamiento mundial de su último título, que “quiso ser el libro de los nadies, de los no escuchados”. Galeano es un activista de la memoria: él prefiere dar voz a los protagonistas de hoy y de ayer, caminantes de la Historia, y desconfía de los futurólogos: “ése es el drama de los intelectuales, quieren creerse con el derecho a decidir la Historia, cuando los verdaderos protagonistas son la gente que trabaja, que son anónimos, y son los que merecen respeto y atención. Yo escribí este libro tratando de escuchar esas voces no escuchadas y de ver esas imágenes no vistas, de los anónimos que hacen la Historia sin saber que la hacen. Y esa multiplicidad de puntos de vista requiere mucha humildad: saber que somos un pedacito de algo mucho más grande y ubicarte en un lugar desde el cual puedas de veras escuchar y mirar. Para eso hay que lavarse los ojos y los oídos, los oídos taponados de los prejuicios acumulados durante siglos… Y las telarañas que te impiden ver todo el arco iris terrestre en su luminoso esplendor, que son el machismo, el racismo, el militarismo, el elitismo...” Dice que uno escribe “para abrazar a gente que no conoce y ser abrazado por ella”. Para él, la literatura latinoamericana es una “voz de voces” que da la diversidad de un continente “con amplias reservas de dignidad”.

La presencia de las mujeres
La revolución que salió menos herida del siglo del viento fue la lucha de las mujeres, uno de los ejes narrativos en la obra de Galeano… “y este libro”, nos dice, “es una tentativa de ver a la mujer de otra manera, porque la mujer fue concebida hasta ahora por la historia oficial como sombra fiel del prócer o como objeto decorativo. Y la verdad es que las mujeres han sido muy importantes en todos los procesos que hicieron lo posible para que el mundo cambiara. Entre ellas está la militante revolucionaria Olimpe de Gouges, que cuando la revolución francesa proclamó en 1793 su Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, ella propuso una Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana y le cortaron la cabeza en la guillotina. Yo pienso que ese tipo de cosas deben ser reconocidas, para que ahora, que las mujeres ocupan un lugar por lo menos mejor del que ocupaban, se sepa que no fue un camino regalado por nosotros, los machos… sino que fue un proceso de lucha, un camino conquistado”.
Cada vez que Galeano escribe, intervienen mujeres como en un círculo mágico que se abre y le abriga. Cuenta que Helena Villagra, su compañera, le acompaña durante todo el proceso de creación, y sabe que después sus libros caen, mayoritariamente, en manos de ellas. “Yo les decía a los de sant Jordi que cuidado con las tradiciones, que provienen también de prejuicios acumulados. Y eso de regalarle al hombre un libro y a la mujer una flor no tiene nada que ver con la realidad: en la realidad la que lee es ella, y en todo caso, la flor debería ser para él, a ver si deja de ser un tarzán invulnerable y se enternece un poco”.

Periodismo profesional
“Hacer periodismo crítico es muy difícil, porque los espacios abiertos a la independencia en el mundo más transitado de la comunicación periodística, que serían los periódicos, se han reducido muchísimo en relación a lo que eran al final de la segunda guerra mundial. Yo he dirigido mil revistas y diarios y semanarios alternativos, y esto de ustedes me resulta conocido”, dice. Y nos cuenta su elección personal: “nunca quise ser un profesional del periodismo, en el sentido de entrar en la empresa que mejor me podía pagar y recibir el mejor sueldo, y después preguntar si tenía que escribir a favor o en contra. Nunca quise aceptar eso”. Eso sí, comenta esperanzado: “a pesar de que los medios de producción de opiniones y de informaciones están cada vez más concentrados en pocas manos, lo que ha ocurrido de bueno es la apertura de nuevos canales de comunicación, frente a las cuales yo tuve todos los prejuicios que ustedes puedan imaginar, y que he ido venciendo. Pero vía internet se han abierto algunos caminos de comunicación sorprendentes. Vamos a ver hacia dónde conducen, pero por lo menos han permitido que algunas voces, que antes resonaban en campana de palo, tengan ahora una difusión que está más cubierta. Y eso me parece muy positivo”.

Otro mundo es posible
En la era del miedo global, le pedimos a Galeano que nos recomiende uno de sus espejos para contarle a un bebé que acaba de llegar al mundo. Y nos cuenta Objetos perdidos: “Es verdad que, cuando yo era chico, creía que todo lo que en la Tierra se perdía iba a parar a la Luna. Después vi a los astronautas que fueron y no encontraron allá ningún objeto perdido en la Tierra. Y, sobre todo, no encontraron ni esperanzas traicionadas, ni ilusiones perdidas, ni promesas vendidas… Nada de eso había en la Luna. Y yo pienso que todo eso está en la Tierra. Quizá está escondido esperándonos. Entonces yo le diría al niño, a medida que va creciendo: bueno, ya ves, si todo eso está escondido, te está esperando a ti que estás recién iniciando este camino. Que las encuentres, a esas esperanzas y a esas ilusiones, y que las eches a andar”. Acto después, comenzó su recital de Madrid con una emotiva dedicatoria “a la memoria de los republicanos españoles exiliados en Uruguay, que me enseñaron la dignidad de los vencidos”.

Gracias, Enkarni y Giusepe.

lunes, 2 de junio de 2008

Solidaridad con Patxi Ibarrondo



Las leyes del mundo al revés representan el mejor ejemplo de la persistencia de la sociedad de clases: quien paga, contamina; según quién robe, será recompensado o represaliado; quien pertenece al entablishment político, tiene un juicio express y derecho a la defensa... no pasa nada si un periodista lanza proclamas anticonstitucionales y otro llama "hijos de puta" a todos los que fuimos a un concierto de Fermin, mientras cuenten con el beneplácito de un sistema cuyas instituciones no se atreven a meterles mano..., o que tergiversen hasta el ridículo las letras de las canciones musicales de distintos grupos hasta que consiguen amedrentar ayuntamientos y cancelar conciertos y festivales..., pero ten cuidado según quién seas a la hora de abrir la boca si vas a dar patadas pa’arriba, porque llueve todo el año y el sol no calienta por igual en todas las espaldas...

Hace siete años, en Cantabria, el secretario general del PP (ese partido político heredero del franquismo que nunca pide perdón pero exige el del otro hasta morir) denunció a Patxi Ibarrondo, director de una publicación crítica llamada "La Realidad". Consiguió en poco tiempo lavar su honor a costa de que el periodista se quedara sin periódico, y no quedando satisfecho, se le aplicó a Ibarrondo un embargo de sus bienes que le llevó a la completa indigencia. La situación se volvió tan cruel con el paso de los años que le embargaron recientemente hasta la cuenta donde le ingresaban la pensión de invalidez.

En Madrid el día 14 se celebra una cena-homenaje a este veterano activista de los movimientos sociales y comunicativos que no comen el alpiste de la mano del amo. Están a la venta bonos de apoyo en solidaridad con él y existe otra cuenta de apoyo a Patxi (toda la información está en el enlace de arriba). Yo sé que este blog nació de una inquietud personal semisecreta y no tiene difusión más que entre yo mismo y algunxs amigxs y que este granito viene para quedarse a vivir en el desierto de sal de mis emociones y poco más, pero también que es un espacio más, una ventana al cielo donde lanzar aviones de papel invisible..., y que no tendría el mismo color sin esto... así que ahí queda.