jueves, 26 de marzo de 2009

Metáforas del final de la historia



Vuelvo a casa bien entrada la noche y me encuentro a varios nacionales llevándose a un joven inmigrante frente al portal. Y en la red la noticia de que un joven dominicano fue asesinado a tiros la noche anterior en Tetuán por un guarda de seguridad de paisano, que en pleno mono cocainómano le confundió con un camello.

“Cómo quieren ustedes que el trabajador francés, cuya mujer también trabaja, y juntos ganan 15.000 francos… Y que ven al otro lado de las escaleras de su vivienda de protección oficial, hacinados, una familia con un cabeza de familia, tres o cuatro mujeres y una veintena de hijos, que ganan 50.000 francos mediante prestaciones sociales, y por supuesto sin trabajar...
Si a esto le añadimos el ruido y el olor, entonces el trabajador francés se vuelve loco. Y decir esto no es un discurso racista”.


¿Quién dijo esto? ¿Le Pen? ¡¡No!! Jacques Chirac, presidente de la República Francesa, en su famoso “discurso de Orleáns”, el 19 de junio de 1991.

El símbolo del mundo de hoy, para regocijo de quienes preconizaban el final de la historia: la izquierda acabó saliendo en masa a votar en bloque a Chirac para que no saliera Le Pen. Legitimando las urnas que nos dan a elegir entre lo mismo y lo mismo en la "fiesta de la democracia". Menudo fiestón. Mientras, la maquinaria del sistema nunca descansa, vive en estado de guerra permanente, como demuestran los informes que divulgan en su web y sus foros las Unidades de Intervención Policial (con joyas didácticas sobre los antiglobalización como estas: "los llamados "invisibles", supongo que por lo cobardes que son, ya que ante las cargas de nuestras U.I.Ps, desaparecen", o "los globofóbicos están integrados por los sectores más radicales de los que se oponen a la globalización, la cual pretenden sustituir por... nada, la anarquía y la anomia total, no dan ningún proyecto alternativo, son meros destructores sociales. Quieren eliminar el actual sistema de economía de mercado y en esa senda, ensalzan la movilización ciudadana bajo un lema “otro mundo es posible” (ya vereis qué mundo, okupas, vagos y desarrapados cuya máxima aspiración es drogarse y robar para no tener que trabajar)".

Eso dicen "nuestras" fuerzas de seguridad. Y es que cuando un militar piensa... chungo! La historia es que vivimos bajo mando militar y policial, desde la videovigilancia hasta la Administracion Bush, y esos sí se dan el fiestón de la democracia todos los días, sin nadie enfrente capaz de parar los atropellos. Funcionarios armados que pierden su empleo si no cumplen con eficiencia su tarea, cada día más cerca de la seguridad privada parapolicial. ¿Y quién vigila a los vigilantes?

La maravillosa canción que le dedicaron los de Toulouse a Chirac dice perlas como: “podemos morir en el Frente, y hacer todas las guerras, y defender con dignidad un bello trapo de colores… pero siempre hace falta más, nunca es suficiente (...) El ruido, el olor… el ruido del martillo neumático: ¿Quién ha construido esa carretera? ¿Quién ha levantado esa ciudad y quién no la habita?

Para aquellos que se quejan del ruido, para aquellos que condenan el olor,
me presento: Me llamo Larbi, Mamadou, Juan… ¡haced sitio! Guido, Henri, Chino, Ali… ¡y no soy de hielo! (...)
Y si algunos se arrepienten de no ser de piel negra, muchachos, sólo tengo una respuesta: "ustedes tienen suerte".
La igualdad, mis hermanos, no existe más que en los sueños. Cuando entendí la ley, comprendí mi derrota. "Intégrense", decía ésta. Ya estaba todo dicho.
El ruido, el olor... el ruido del martillo neumático".

2 comentarios:

ada dijo...

buenísimo este post

igor dijo...

Gracias, Ada!! :)