jueves, 14 de mayo de 2009

El apartheid democrático



Es tiempo de puentes rotos y de nuevos muros asentados sobre viejos conflictos.
Pirritx y Porrotx, los payasos más famosos de la televisión vasca y muy queridos por los niños, y que han protagonizado campañas en favor del euskera y las ikastolas, rodaron un vídeo para mostrar su apoyo a una campaña contra la política penitenciaria de dispersión de los presos de ETA. Una política salvaje e inhumana que ha cumplido ya 20 años, y que debería avergonzar a cualquier defensor de los derechos humanos, también a aquellos que claman contra la vulneración de derechos humanos en China, Cuba, Guantánamo o Abu Ghraib. Organizaciones internacionales como Human Rights Watch se encargan de denunciarlo y de defender el derecho de las personas presas a mantener lazos con sus familiares, aunque sus palabras tampoco parecen haber llegado a ningún sitio.

Nada que ver con estar a favor o en contra de la lucha armada, ni de la independencia, ni ser nacionalista o dejar de serlo. Nada que ver con apoyar o no a ETA ni a sus tentáculos políticos. De la misma manera que criticar Guantánamo no nos convierte en fervientes seguidores de Al Qaeda ni de la yihad.
Una práctica de la tortura para luchar contra el terror. Contra las bombas de ETA, bombas de racimo sobre la población civil no dirigidas hacia los miembros de ETA, sino hacia sus familiares y amigos, para ampliar el círculo de dolor hacia un montón de gente que no tiene ninguna culpa de nada (y, aunque la tuvieran, no deja de ser una política de Estado completamente atroz e inhumana). Madres presas viven en la prisión junto a sus hijos pequeños, cuya vida es una prolongación de la condena materna, en la que no se respetan los derechos de las personas presas (que siguen siendo personas).

De los 744 presos del último censo de presos de la banda (el porcentaje de gente con delitos de sangre no creo que pase del 10%), sólo 14 cumplen condena en prisiones vascas. Los demás están a una media de casi 700 km de sus casas.
Como figuraba en "La pelota vasca" de Medem, muchos familiares deben desplazarse durante jornadas maratonianas para visitar a sus hijos, hermanos... y se da una escandalosa cifra de accidentes sufridos en los viajes por carretera. Aparte de un gasto medio semanal de 377 euros en los viajes por cada familia.

El Gobierno Vasco ofrecía ayudas para esos viajes con el fin de rebajar ese nivel de tragedias gratuitas (mejor viajar en autobús a chuparse un viaje de más de 1.000 km en coche para una visita de fin de semana, o a saber en qué condiciones se llega a los centros penitenciarios de las islas).

Afirman, como prueba irrefutable del valor de la libertad, que Pirritx fue concejala de Euskal Herritarrok en un pueblo que sufrió un atentado que se llevó la vida de un concejal del PSE, y que durante el pleno en el que los grupos políticos (salvo EH) presentaron su comunicado de condena, ella asistió a la ceremonia con un gesto muy serio durante todo el pleno y, como es habitual en su partido (tal cual es habitual en la derecha española con el golpe militar de 1936 o el franquismo, o como ha sido habitual en el PSOE con la guerra sucia de los 80, o cada uno de ellos con sus sangrientas guerras de Irak), no firmaron el comunicado que les ponían delante los otros. El delito de no expresar la misma condena de los demás nunca prescribe. Diez años después vienen a cobrarlo. El valor de la libertad puesto en entredicho por la libertad misma. "La libertad es esto", la decían. "La democracia, esto". No queda lugar para el derecho a no condenar con las mismas palabras del de al lado, un viejo privilegio de los grandes partidos. Cuando el PP de la Comunidad de Madrid no se sumó a la condena por el asesinato de Carlos Palomino a manos de un militar neonazi, nadie exigió que se les aplicara la Ley de Partidos, y esa misma tarde el asunto ya se había olvidado.

La llegada a la Lehendakaritza del PSE no se ha notado en prácticamente nada... salvo en estas cosas, que se anuncian a bombo y platillo: se retiran las ayudas a los familiares de presos, vendiéndolo como una forma de victoria de la libertad... y han prometido que Pirritx y Porrotx jamás volverán a actuar para ayuntamientos (a pesar de llevar años triunfando en las fiestas populares de pueblos por toda la geografía vasca y navarra), después de cancelar una actuación suya programada para el próximo junio en Getxo. Los medios utilizan ambiguos titulares a la altura del periodismo profesional de hoy, como "La payasa de EH" y otras joyas.
Otros grupos musicales caerán en el camino, y de nuevo el 10% del electorado tendrá vetada su participación en los comicios. Sin ir más lejos, acaban de anunciar un veto gubernamental a la candidatura "Iniciativa Internacionalista", liderada por el dramaturgo Alfonso Sastre (que participó en otra de las listas prohibidas en una ocasión, aunque ha dejado claro que no militó nunca en ningún partido, salvo en el PCE bajo el franquismo), por primera vez una lista de ámbito estatal. Se amplía en el horizonte la negra sombra de la criminalización.

Ahora probablemente serán un pueblo libre con muros igual de altos de los que tenían antes, porque nadie se preocupa por construir puentes, sino más bien en asentar los viejos muros que mantienen en la desidia a las dos orillas. Parece sencillamente que se hubieran cambiado los roles el gato y el ratón.

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