martes, 13 de mayo de 2008

En los ojos del joven arde la llama.
En los ojos del viejo brilla la luz.

Víctor Hugo


…y en los ojos del niño?
…¿qué hay?
debería ser obligatorio mirarnos en el espejo de la infancia al menos una vez al día. Colocar nuestra imagen-recuerdo de lo que fuimos-somos en la puerta de casa o en la mesita de noche…, hacernos preguntas para revisitar el territorio donde aún no existía el ego, sino el juego… y el único tiempo posible era el ahora.

2 comentarios:

Beatriz Montero dijo...

Y dedicar un rato del día a jugar como si fueramos niños.

igor dijo...

:) eso debía de ser de obligatorio cumplimiento en las aulas, los curros, las tiendas, los restaurantes... y hasta en los atascos, el parlamento y las comisarías... ¡el mundo sería otra cosa!